La Ciudad planteada debe ser COMPACTA /INCLUSIVA/ RESILIENTE/ PARTICIPATIVA/ SEGURA/ SOSTENIBLE. La cooperación y complementación, entre ciudades, entre sectores estatales y privados, entre ciudadanos en nuevos contratos urbanos, que articulen desarrollo con inclusión, formaron parte del debate que dieron las Naciones Unidas en este Foro Mundial que resume la propuesta de las 6 Ciudades superpuestas.
Sin duda la complejidad q esta ecuación presenta, supone a su vez, como dice el Director Ejecutivo de ONU-Habitat, Joan Clos, " que hay que cambiar la forma de hacer urbanización y hay que cambiar desde los principios básicos, desde la legislación urbanística, el diseño y la planificación urbana, y el diseño financiero de la urbanización”.
De esta contundente y compleja ecuación, que supone abordar para Latinoamérica en especial, la superación de la DESIGUALDAD como resultante del proyecto de sociedad /ciudad, se desprende que la mayor eficacia en garantizar el Derecho a una mejor Calidad de Vida está en la gestión de las políticas a escala de las Ciudades. Más allá de la necesidad de contar con un contexto nacional/provincial que promueva el acceso a los derechos de HABITAT, las ciudades son capaces de generar riqueza y de repartir equitativamente garantizando esos derechos, siempre que las políticas ,en tanto instrumentos de transformación, sean coherentes con el objetivo. En este punto y poniendo como escenario posible el Derecho a la Ciudad, sería importante rever los instrumentos vigentes dado su magro resultado y animarse, como propone Joan Clos, a rediseñarlos.
No es casual que la ecuación de la Nueva Ciudad proyectada, comience por la condición : COMPACTA. Y no es casual, sobre todo para las ciudades de mayor pobreza estructural, donde la falta de Políticas de Suelo ha expulsado a la población más vulnerable a las periferias menos consolidadas. Esta condición, sin infraestructura y equipamiento, se encuentra paralelamente agravada por la tendencia de mercado,que dispersa también hacia la periferia, los crecimientos de las clases medias altas, en Countries y Barrios Jardín. Este fenómeno de extensión de las ciudades ha generado por un lado, graves consecuencias económicas que no permiten garantizar los servicios básicos comprendidos en el Derecho a la Ciudad y por otro ha fomentado la hiperguetización, entendida como la separación de los ciudadanos según clases sociales, generando ciudades fragmentadas y sociedades desiguales, condenando a bastos sectores de la población marginal a las Trampas de Pobreza, retroalimentando la degradación y la exclusión.
La Dra.en Antropología Kelly Olmos , plantea . “dime q ciudad tienes y te diré q sociedad eres”. La ciudad es el continente de la sociedad y su forma construye las condiciones en que se vincula la sociedad. La COMPACIDAD de las ciudades es un objetivo de primera acción, su referencia a la morfología urbana supone que la mayor densidad promueve ciudades con mejores oportunidades laborales, de estudio y ocio para todos, con menos recorridos , tránsito y transporte, en definitiva más accesibles.
Las tendencias hiperguetizantes y segregatorias que generan los procesos urbanos de extensión y dispersión en bajas densidades deben urgentemente ser contrarrestadas con la modificación de los standares urbanísticos, las normas de loteo y el desaliento impositivo.
Ciudades como Bahía Blanca, con el mismo territorio que la Capital Federal (CABA), pero con solo el 10% de su población, son lo inverso de la cualidad COMPACTA, pasando el límite de SOSTENIBLE, lo cual implica la imposibilidad de lograr conformar las restantes cualidades de "Ciudad" propuesta desde UN-Habitat. La situación es grave, porque no solo refiere la imposibilidad de cumplir económicamente con las obras que garantizan el Derecho a la Ciudad, sino porque la dispersión de su mancha urbana se combina con la desinversión territorial y la consecuente degradación. En el caso de la zona Sur de la ciudad, donde se radica la Franja de Vulnerabilidad (aprox. 20% del territorio urbano actual) este proceso de dispersión/desinversión consolida aún más la pobreza estructural.
Así entonces, la falta de estrategias urbanas que religuen la ciudad, la falta de espacios de encuentro ciudadano que activen la participación de los actores más vulnerables, la falta de ideas de desarrollo que motiven la inversión privada y sobre todo la falta de objetivos planificados sobre la ciudad que somos y la ciudad que queremos ser, aleja cada vez más a Bahía Blanca de la Nueva Agenda Urbana Habitat lll, pensada y aprobada por Naciones Unidas para garantizar una sociedad mejor y más justa en los próximos 20 años del tercer Milenio.
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