LA CIUDAD INCLUSIVA: Bahía Blanca: La ciudad VACIA y la ECODENSIDAD

domingo, 5 de junio de 2011

Bahía Blanca: La ciudad VACIA y la ECODENSIDAD

Hacia la Bahía Blanca del 2028.
La búsqueda de consensos sobre Calidad de Vida urbana en el marco de ciudades donde la ecuación inversión /financiamento se encuentra comprometida por la falta de ingresos para el funcionamiento básico de los servicios urbanos redefine la escena del pensamiento de la ciudad futura. El abordaje de los problemas de la ciudad hoy desbordada por reclamos de servicios ineficientes y obsoletos, exige repensar desde un nuevo paradigma la planificación urbana y animarse a sustituir con nuevos instrumentos el planteamiento tecnocrático , basado en un modelo de ciudad ideal que plasma indicadores urbanísticos de ocupación, altura, usos y subdivisión del suelo en una zonificación , realidad vigente en la mayoría de las ciudades de nuestro país. Este Modelo, que hizo eclosión en Bahía Blanca en el 2007 al igual que en Caballito en el 2006, y que movilizó vecinos e instituciones reclamándo al Estado el funcionamiento de la Ciudad, se encontró con una realidad de obsolescencia y desinversión por parte del poder público, que había abandonado el desarrollo urbano a través de grandes inversiones en transportes, infraestructura y equipamientos públicos, desde las décadas 80 y principalmente 90.El impulso de este Estado neoliberal a hechos puntuales promovidos hacia el sector privado fueron dirigidos a los usos que “resolvían” su propia infraestructura ( shoppings,megaproyectos de vivienda de alta gama,etc) quedando la renovación urbana de viviendas de clases medias y de interés social tanto como escuelas y hospitales que implicaban una estrategia masiva en las cuentas pendientes.
La política del Estado a partir del 2003 de alto nivel de impacto en todos los niveles tuvo amplia repercusión tanto en las obras de grandes infraestructuras como centrales de generación de energías , rutas , escuelas y hospitales, así como también en el sector privado de mediana y baja escala que puso en marcha un proceso de renovación urbana como no se veía desde el 60. Sin embargo, más allá de algunos planes puntuales que supieron canalizar los fondos para infraestructuras de manera de acompañar el crecimiento en forma sostenible, la mayoría de las ciudades se encontraban en una plataforma de gestión urbana tan obsoleta como las mismas infraestructuras de esa “ciudad invisible” que recorre el subsuelo urbano : Una concepción de Ciudad Ideal dibujada en indicadores irreales y sin ninguna inducción hacia una política se suelo que resolviera los estragos de segregación social materializada por las políticas neoliberales , basada originalmente en el Estado como protagonista único en la inversión en infraestructuras pero ausente desde hacía décadas por los procesos de privatización de las empresas provedoras de servicios de infraestructura urbana y un sector privado local y de pymes constructoras que tenían que absorver todos los costos de urbanizar : ambos actores ignorando el papel y opinión de la ciudadanía.
Este escenario de ciudad real no puede operarse desde la plataforma de gestión urbana pensada desde los Planes diseñados desde las estrategias de los 50’ o 60’ , las normas y estándares propuestos desde este tipo de planificación vigente, se traduce en la ineficacia de este paradigma para enfrentar el crecimiento de la ciudad y más importante aún, la mejora de Calidad de Vida   buscada desde el paradigma de Ciudad Inclusiva.
Más que nunca necesitamos construir una visión que vuelva a recuperar el conjunto de problemáticas para enfocarnos en este objetivo planteado desde esta visión paradigmatica de la inclusión. El proyecto de ciudad refleja el proyecto de sociedad que el binomio conceptual ciudad inclusiva expresa.
Esto implica poner en el foco de la discusión, la “novedad” neoliberal de los proyectos urbanos, que fuera del contexto del proyecto de ciudad nos sigue arrastrándo hacia la segregación como respuesta de gestión urbana. Esta manera “actual” de creer que podemos operar la ciudad por partes , porque es más “eficiente” la gestión, delata la falta de espacios de polémica sobre los fundamentos sobre los cuales construir la nueva “plataforma de gestión urbana” que responda al paradigma de inclusión que decimos buscar.
El ejemplo del “Plan del Periurbano de Bahía Blanca” , denominado instrumentalmente como plan particularizado de ampliación de ejido de la Ciudad de Bahía Blanca, denominado Plan del Periurbano Bahiense, aprobado sobre mediados del año pasado. Este plan particularizado que adolece de un plan general por propia convicción,  desarticulado de toda realidad de desarrollo de una ciudad estancada en su crecimiento y de fuerte segregación social, cabe preguntarnos a qué responde….Sin embargo nos abre a la reflexión el hecho no casual de decisión política de no generar instrumentos que densifiquen la ciudad ociosa y financien sus infraestructuras y equipamientos, y en cambio se decide implementar un sistema de cupos de loteo del campo circundante y más!!!

La Ciudad Vacía 
El caso bahiense del loteo del Periurbano de una ciudad vacía , con graves problemas de infraestructuras en las áreas consolidadas ,refleja la continuidad de las tendencias de abandono de las áreas centrales por los actores de mayor poder adquisitivo, buscando nuevos paisajes, más rurales , liberados de la pobreza y de la baja calidad urbana de los centros consolidados. Esta tendencia que construyó una ciudad de alta gama al norte, con barrios privados y barrios parques, ruta de acceso al aeropuerto y shoppings centers con toda la oferta recreativa necesaria y hasta inclusive la ubicación del campus universitario, no necesita de la “otra” ciudad a la cual toca efímeramente en su casco norte. La ciudad colonial, desarrollada equidistantemente desde la Plaza, centro natural de la misma,definida funcionalmente por el ferrocarril y por las rutas de accesibilidad, fue consolidándose en los primeros 150 años como centro de servicios con una deuda pendiente de vinculación con su identidad marina, de difícil apropiación en forma de estuario. Sin embargo la tendencia manifiesta anteriormente partió la ciudad en dos y en vez de buscar los vínculos sustentables con esa ciudad portuaria e industrial que crecía al sur , se prefirió el camino más fácil , abandonar la ciudad real y crear una nueva ciudad al norte,una ciudad jardin, reservada a unos pocos, subiendo la barda, abandonando el “pozo” del humedal y del histórico fuerte fundante quedando como vínculo el Teatro y la Avenida Alem otrora receptor de la vivienda de las altas clases sociales como conexión única con el borde norte de la plaza central , ahora la nueva periferia de la inversión urbana del mercado.
Este desequilibrio Norte/ Sur , que hasta se llevó el crecimiento este/oeste también, cubrió rapidamente el tejido casi suburbano parque a lo largo del nuevo eje comercial y acceso a la ciudad desde el Aeropuerto, que estructuró esta nueva “ciudad del norte” . Con el Estado ausente en cuanto a políticas de Planificación Urbana sobre los problemas de la ciudad y las estrategias para administrar el territorio, la presión siempre constante de los propietarios del borde norte rural explica en parte esta decisión de ampliar el ejido de la Ciudad con el llamado “Plan del Periurbano Bahiense”.El "cupo" de permiso de loteo (por concurso de oferentes) en zonas suburbanas y rurales de 4200 parcelas, habilita un número importante para una ciudad que crece a una Tasa de 0,5 % anual.Solo desde una mirada muy parcial sobre el territorio bahiense se puede sostener que no hay suelo disponible dentro del AREA URBANA de la Ciudad y esta operación permite el acceso al mismo: AREA POLIGONO EN LINEA VERDE (ver plano más abajo), codificada como PUR en el nuevo Plan del Periurbano , que promueve los loteos. La justificación dada por la Dirección de Planeamiento , sobre la no disponibilidad de oferta de suelo en el mercado es precisamente el detonante que desnuda la necesidad del debate urbanístico sobre una nueva política de suelo mirada desde la INCLUSIVIDAD como paradigma.


Territorio y Ciudad 
La ciudad de Bahia Blanca tiene graves problemas de infraestructura (está en emergencia hídrica) y de déficit de transporte público con demandas de la población ,falencias y conflictos.El servicio de recolección de residuos insume LA TOTALIDAD de la TASA por ABL recaudada. (un 16% del presupuesto municipal) y SU TERRITORIO es increíblemente extenso fruto de sucesivas operaciones de especulación de suelo.Para tener una dimensión real de esto , el mismo es equivalente al de la Capital Federal, con  10 VECES MENOS POBLACION ! 
El debate público sobre cómo se administra este territorio para lograr un espacio de “ciudadanía” al decir de Jordi Bordja, para todos y todas, no debiera hacerse esperar. La situación de la ciudad real , que los planificadores vemos hoy desde el Google, pero que queda al descubierto ante el reclamo de ahora ya todas las clases sociales, por agua y cloacas , por vivienda y acceso al suelo y por transporte público, necesita abordar soluciones integrales desde la mirada del territorio :
*La superficie del recinto amarillo ( aprox 4000 has) es la ciudad consolidada donde viven aprox 300.000 habitantes (de los 315.000 del último censo) resultando de este análisis  su densidad bruta en  75 hab/ha.La densidad neta no puede ser mucho mayor, dado que los vacíos urbanos que pueden observarse dentro del recinto señalado no son importantes, si se compensan con algo de población que quedó fuera lindante.
*La superficie del RECINTO ROJO definida por la circunvalación de la Ciudad (véase que el Puerto y el Polo Petroquímico queda fuera de la misma al sur) es el AREA URBANA del actual Código de Planeamiento , que tiene aproximadamente 11.500 has , que restadas a la zona consolidada estamos hablando de unas 7500 has y como pueden ver en la foto están en su mayoría vacías o con muy poca consolidación.
*A esto se le suman los viejos y pre-existentes loteos suburbanos que constituyen localidades barriales del PERIURBANO hoy existentes , dibujados en RECINTOS CELESTES (claro):
                       1) El de más al NOrte : ALDEA ROMAMA 500has, 
                       2)al Oeste Villa Bordeu 400 has, 
                       3) y al sur la localidad de General Cerri 800has . 
                       Totalizan : 1700has.
Hasta aquí hemos SUMADO 7500+1700 = 9200 has practicamente vacías, pero que ya tienen algo de población y que generan demandas de servicios urbanos. EN ESTA SUPERFICIE cabrían 2,3 VECES la población actual de la ciudad de Bahía Blanca, con la baja densidad que hoy tiene en bruto (75 hab/ha), significa que tiene una capacidad ociosa de =300000 hab x 2,3 = 690000 habitantes + lo cual equivale a decir que indepedientemente de la conformación tipológica que redistribuya dicha densidad bruta , muy baja por cierto, nuestro territorio HOY urbano, muestra una capacidad mínima de 1.000.000 de habitantes, triplica la población actual.
En este escenario donde juegan la extensión territorial y el costo de inversión pública que garantice calidad de vida “ciudadana” hoy en emergencia , la superficie del recinto VERDE que se corresponde con la ampliación de ejido propuesta por el Plan del Periurbano zonificado: PUR, habilita aprox 1500 has más, que como se puede ver claramente  en el plano más arriba son de tejido rural.
A todo esto y fijando pautas para el debate pendiente la confirmada la tasa de crecimiento poblacional de 0,5 anual en los últimos 20 años, se suma al tipo de población que puede comprar un lote en el Periurbano, a 7Km del centro de la ciudad, sin frecuencia de transporte público adecuada, correspondiente a la fracción de población de ingresos medios altos. La misma hoy tiene una oferta totalmente satisfecha en los distintos countries y  Barrios Parque  que como podemos observar en el plano de la figura 2, hoy se encuentran semiocupados o VACIOS.....Es entonces que considerando que para ocupar las 4200 parcelas ofrecidas por el Plan en su primera etapa ,llamado "cupo"....(dado que se preven otras dos más a futuro ) se necesitan con la tendencia de crecimiento explictada y considerando un 10% de población objetivo posible  28 AÑOS!!!! .Cabe preguntarnos: ¿es necesario para "garantizar" el crecimiento "ordenado" de Bahía Blanca ir a lotear lo que quedaba sin lotear en la zona Periurbana de la Ciudad?¿No necesitaremos reformular las preguntas?

Antes de rediseñar la ciudad, repensemos que ciudad vamos a construir desde la Inclusividad.
En el marco de las Ideas para la Bahía Bicentenaria, Estudio para el Plan de Desarrollo Local financiado por el BID en 2009 http://www.bahiablanca.gov.ar/plandesarrollolocal/index.html y realizado integralmente por profesionales locales, la redefinición de estrategias se basa en la ciudad real y en las problemáticas que confluyen en el escenario actual y la proyectan al escenario deseado : ¿cómo poner en marcha una ciudad desde sus potencialidades y detener las tendencias paralizantes entre la ciudad de la luces y la ciudad de las sombras en procura de construir la CIUDAD INCLUSIVA. Aceptando en ella la presencia permanente del conflicto y tomando la gestión cotidiana como punto de partida, las ideas surgidas deben institucionalizar un enfoque participativo del desarrollo y la gestión sostenibles, basado en un diálogo permanente entre todos los agentes del desarrollo urbano y territorial con participación de varios interlocutores. Sin embargo, esta ciudad real sumida en la vorágine de la cotidianeidad, no toma consciencia de la necesidad de un alto, de un tiempo de reflexión que permita resignificar la gestión , que inunde de contenido el “rediseño” de la ciudad aludido por la actual administración.
La realidad hoy nos muestra una ciudad en conflicto y distanciada, carente de espacios de debate : los Colegios profesionales de la construcción en pié de lucha desde hace ya tres años y contando por la necesidad de reglas claras para la inversión en la ciudad ; los vecinos de los barrios consolidados en pie de lucha para que no se densifique la ciudad estigmatizando bajo los problemas reales de déficit de infraestructuras una ciudad para pocos; un Municipio ausente de debate participativo y de propuestas conducentes, agobiado por la falta de respuesta de las empresas privatizadas de servicios que han dejado caer en la obsolescencia las infraestructuras de la ciudad, necesitando un esfuerzo desmedido de gestión para incrementar desde el Estado Nacional el presupuesto de obra pública de la ciudad que permita re-iniciar un proceso de inversión abandonado por décadas; un Consejo Deliberante falto de propuestas a la altura de la administración que define el financiamiento de la ciudad, cuya principal fuente de recursos propios alcanza solo a solventar el costo de recolección de Residuos Urbanos y no pone en Agenda la sostenibilidad de la Ciudad, ignorando los problemas territoriales causantes que vinculan infraestructura, servicios públicos, transporte y  ciudad segregada. Por último, cabe mencionar la falta de ambición de los sectores de mayor dinamismo de la economía de cualquier ciudad, empresarios y gestores tanto académicos como comunitarios, que desde una carencia de liderazgo organizado , generen una sinergía de desarrollo que catapulte a la ciudad a la manera de Rosario o Córdoba.

Ecodensidad 
Para el año 2050, el Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat) estima que la población urbana crecerá por encima del 70%.  En esta redistribución de la población está el origen de una multitud de problemas graves, tales como el abastecimiento de agua, la falta de higiene, la de viviendas, la pobreza urbana, la insuficiencia del gobierno urbano, el VIH y el sida, destaca la ONU. Desde nuestra realidad podríamos agregar : la marginalidad, el alcohol , y la violencia que esta engendra. La necesidad del debate de la ciudad horizontaliza los problemas y por ende también las soluciones, que no pueden quedar solo en quienes gobiernan.
El debate pendiente , consensuado hacia la ciudad inclusiva, es un espacio complejo de construir, pero desde este espacio debieran referenciarse los debates urbanos. Bahía Blanca está actualmente inmersa en la discusión de bajar densidades en zonas  consolidadas y crecer hacia la periferia. Sin duda la discusión sobre una política de suelo integral para una ciudad intermedia que cuenta con una superficie territorial similar a la Capital de la Argentina, pero con diez veces menos población forma parte de este del debate pendiente, por las implicancias en la construcción de la ciudad deseada a que aspira.
El desafío de la planificación urbana es dar las respuestas para instrumentarlos. Es nuestro aporte como urbanistas a ese debate el cómo repensar la plataforma de gestión urbana del territorio, las nuevas formas de pensar la totalidad en beneficio de la parte y la parte en relación al todo, resignificar el planeamiento e incluir instrumentos como el Proyecto Urbano, siempre que mantenga esta visión hologramática.
Esta búsqueda de la Calidad de Vida y de rediseño de los instrumentos que la viabilicen , integra a la discusión factores dinámicos interdependientes como: densidad, crecimiento poblacional, transporte público, acceso a la vivienda, recreación, salud, educación, empleo, asi como también aquellos que definen el desarrollo económico y cultural y el financiamiento que lo posibilite, siempre  en el marco de sustentabilidad ambiental que la demanda de la sociedad del tercer milenio exigirá.
Para iniciar el debate sobre las estrategias, es necesario poner énfasis en preconceptos que deben repensarse: Calidad de Vida y alta densidad no son términos antagónicos, por el contrario ejemplos como la Ciudad de Vancouver así lo demuestran. No sólo los habitantes de esta ciudad del hemisferio norte viven en el tercer centro más urbanizado del mundo, sino que gozan de la más alta calidad de vida. Así lo afirma una encuesta internacional anual  que clasificó 215 ciudades alrededor del mundo, basado en 39 criterios de medición de los factores determinantes de esa calidad de vida como la seguridad personal y las condiciones sociales, económicas y ambientales.
Bajo el Programa de desarrollo Crecimiento Inteligente (SmartGrowthBC), Vancouver ha adoptado estrategias que la colocan como la ciudad N`1 en densificación de suelo ocioso interno, según las estadísticas comparadas de la publicación http://www.demographia.com./#urban.
Esta ciudad que alberga casi 600 000 habitantes y a más de dos millones considerando sus suburbios, se mantiene regularmente a la cabeza de diferentes índices internacionales que miden la calidad de la vida urbana, la longevidad o la salud. Para los planificadores urbanos, los residentes de un vecindario de gran densidad humana tienen una mayor calidad de vida con un nivel de criminalidad inferior y una mejor interacción social. Además, una fuerte densidad urbana aumenta la viabilidad económica de los transportes públicos.
Bajo el lema ecodensidad ,los concejales de Vancouver desean rediseñar su ciudad para lograr que sus habitantes vivan en una superficie más limitada, utilizando menos vehículos y, en una palabra, consumiendo menos recursos, con el objetivo de hacer de la ciudad un modelo de “sostenibilidad” urbana . “ La palabra densidad causa miedo a las personas, pero en realidad es una muy buena herramienta urbana , si está bien planificada”, destaca Elissa Murray, del Sightline Institute, un centro de estudios con sede en Seattle, Estados Unidos. Patrick Condon, un experto de la Universidad de Columbia británica, opina en el mismo sentido, al estimar que Vancouver podría convertirse en un ejemplo de urbanización sostenible en América del Norte, que es la región del mundo que consume el mayor porcentaje de recursos del planeta por habitante. "A largo plazo, construir más compacto, de usos mixtos, con viviendas asequibles y la infraestructura de transporte público, nos ayudará a ver ganancias similares en la calidad de vida en los próximos 15 años. Vancouver  ha reunido dos desafíos mediante la canalización de crecimiento hacia adentro en vecindarios compactos, es decir densificando la ciudad existente o completando vacios urbanos.

La Ciudad del Bicentenario , la Ciudad Inclusiva.
Bahía Blanca necesita debatir ahora las políticas de suelo que darán forma a la ciudad Bicentenaria. Es deseable no incurrir en “modelos” de dispersión que hoy han demostrado ser graves problemas hacia la sustentabilidad urbana. Sin duda el debate deberá contener estrategias alternativas a un territorio real extenso , con grandes vacíos internos y una bajísima tasa  de crecimiento poblacional.La condición territorial debe ser el escenario real de las problematicas de infraestructura y transporte que se evidencian, para desde allí repensar las políticas de suelo que financien la gestión.Desde allí redefinir los instrumentos urbanísticos: Es posible pensar en una densificación de la ciudad pensando en una mejor acceso a espacios verdes , accesibilidad a los centros de consumo, trabajo, educación, salud y recreación. Pensar en densificación permite optimizar costos, generando financiamiento para los problemas urbanos que no resuelve el mercado. Es posible generar espacios propicios de alta Calidad de Vida, porque estamos con un nivel de consolidación muy bajo.Los asentamientos de pobreza urbana no superan el 10 % de la ciudad consolidada. Dependerá de las estrategias urbanas sustentables que utilicemos para garantizar la propuesta. Tenemos a disposición varios ejemplos latinoamericanos, americanos y europeos de construcción de ciudad, con tejidos de usos mixtos y sociales mixtos, que están reinsertando una nueva manera de concebirse como espacio público y desde él acceder a la necesidad de espacio privado, cambiando la génesis neoliberal de construir la ciudad desde la sumatoria de los espacios privados. La propuesta de las Ideas para la Bahía Bicentenaria, incluyen un repertorio de posibilidades y oportunidades territoriales que actuarán como catalizadores de una nueva re-génesis de ciudad. Generar de este territorio una ciudad inclusiva es el desafío Bicentenario que todos los actores involucrados en la planificación de la Ciudad, tenemos la responsabilidad de asumir.

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